Hoy he escrito una larga carta a un amigo, miembro del mundo judicial, persona seria, honesta, honrada y preocupada por este país. Hace ya años que conversamos por este procedimiento.
Buenos días….
La verdad es que la Constitución de 1978 no solo nació vieja en su concepción del Sistema político, sino que fue algo peor y que cuesta reconocer. El modelo político fue por encima de cualquier otra consideración una partitocracia. Bien es verdad que la CE de entonces no atribuía a los partidos políticos el monopolio de la acción pública y/o política, como puse a manifiesto en mi discurso de Junio de 1993 sobre Sociedad Civil y Poder Político. Pero la realidad es que la praxis de la vida de los citados partidos ha consistido en una asfixia de la sociedad civil, de sus centros de debate, de sus instituciones capitales, para que frente al Estado solo quedara el individuo aislado.
El siguiente paso consistió en confundir Partido y Estado, lo que comprobamos día a día de manera tan obvia como lacerante. Los partidos se adueñaron de la estructura del Estado de modo que la separación de poderes quedó desvencijada de manera rotunda. El Parlamento no es mas que la decisión de dos o tres personas que son los líderes de los partidos correspondientes, gracias al vergonzante instituto de la disciplina de voto que impide a un parlamentario votar como mejor le parezca porque tiene que obedecer las órdenes emanadas de su partido. Y como con ese esquema de poder se controlaba el Poder Judicial, a base de la designación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, el círculo de apropiación del Estado por el Partido se cerraba de manera dramática.
Y en esa situación vivimos. Y me da la sensación de que ninguno de los partidos, ni emergentes ni no emergentes, por mucho que hablen ad nauseam de regeneración y cosas por el estilo, quiere realmente cambiar. Se trata de cosmética del cambio, en realidad de un hazme sitio en la mesa para participar en el banquete. Entre otras razones porque ya hemos comprobado como este modelo se traduce en una corrupción institucionalizada amparada, entre otras cosas, por los mecanismos de impunidad creados ad hoc
Por eso insisto desde hace mas de veinte años en que el cambio que necesitamos es la recuperación del poder de la sociedad civil y conseguir su presencia directa en los órganos del Estado. Los partidos obviamente no quieren semejante movimiento porque eso implica ceder parte de su poder. Y como la sociedad civil no se encuentra armada, las esperanzas de cambio se difuminan envueltas en una tristeza casi crónica que sentimos los que creemos que nuevamente se está perdiendo una oportunidad real de construir algo mejor que lo que tenemos. Hace años, unos expertos en predicción del futuro me aseguraron que el cambio del sistema político europeo comenzaría por España. Te aseguro que la idea me ilusionó. Pero a fuer de contemplar lo que veo imagino que su modelo predictivo no era excesivamente fino, o que los tiempos —es otra esperanza— no son los que imaginaron.
¿Y los nacionalismos? Fue algo mas que una irresponsabilidad introducir en la CE el término nacionalidades. Cualquiera que conociera la Historia de España, las diferencias entre el Estado de Castilla y el llamado con acierto Estado Compuesto de Aragón, podría ser consciente de que se estaba jugando con fuego y que mas tarde o mas temprano la fuerza políticamente expansiva del término, junto con los deseos reales de fondo de los llamados nacionalistas, no tardarían en afectar a la integridad del modelo de España. Ahí están las evidencias. Y para echar mas leña al fuego, gracias a un modelo electoral absurdo que concedía a los nacionalismos el poder de ser llave en el Gobierno central, se aceptaron transferencias de competencias que fueron agravando sucesiva, peligrosa y espero que no determinantemente el problema.
¿Por qué no se abordó la cuestión por derecho en lugar de estos mecanismos de trastienda? El debate sobre el modelo territorial debió abrirse. Yo tengo mis ideas, pero lo que cuenta, lo que importa son las que tengan los españoles, pero en un debate abierto, racional, en el que la Historia tenga su peso, pero el futuro el suyo, en el que no confundir Estado único con Estado centralizado, en el que poner encima de la mesa las ventajas y los inconvenientes, en un mundo globalizado, de la segmentación, participación y jibarización de competencias. Un debate en el que las nuevas tecnologías permiten un grado de descentralización administrativa muy elevado acercando la Administración a los ciudadanos, con una Agenda del Estado debatida y perfilada y con una Administración Pública en la que debemos recuperar sobre todo los niveles de inteligencia, dedicación y capacidad. Ese debate sigue sin celebrarse sustituido por argumentarios en los que lo emocional —manipulado casi siempre– ocupa el papel de lo racionalmente sereno.
La introducción del modelo monárquico en la figura de D. Juan Carlos no obedeció en absoluto a un fervor por la institución, sino a una conveniencia muy clara: sería mas fácil el tránsito, menos traumático por el recuerdo de los desmanes de la República en última etapa. Como creo que dijo Franco a un consejero “convénzase usted de que en España no hay mas que dos verdaderos monárquicos, usted y yo”.
La Constitución de 1978 fue, además, una carta otorgada. No precedió un verdadero debate constituyente en el que participara activamente la sociedad. Y eso tiene consecuencias. Quieran o no un día la sociedad española se pondrá a esa labor. No se cuanto tiempo transcurrirá porque el remate del modelo consiste en crear desde el poder un sistema educativo en el que los individuos renuncien casi a pensar por sí mismos, que tengan como objetivo eso que dicen “vivir”, por encima de cualquier otra consideración, que renuncien a entender, a preguntarse, a comprender, al placer de conocer, a la búsqueda del conocimiento, al respeto por la sabiduría, a ilusionarse por encontrar respuestas a sus interrogantes vitales….Hombres máquina que son los que permiten al poder actuar a sus anchas y perpetuarse. Individuos que protagonizan protestas de tabernas, bares y cenas, pero que a la hora de votar siguen encumbrado a aquellos de los que teóricamente reniegan, que en su verdadero fondo albergan la condición de súbditos.
Un sociedad, querido amigo, muy descompuesta. Y no es derrotismo, es simplemente, en mi modesta opinión, el intento de ver con los ojos de la realidad y con alma llena de nostalgia de eso que te decía: una nueva oportunidad perdida para tratar de construir un mundo mejor
Un fuerte abrazo
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Nuestro sistema político tiene una larga trayectoria de limitaciones y resistencias al cambio pero también es cierto que nuestra historia constitucional es frágil. Frente a la constitución USA que entró en vigor en 1789 y permanece vigente, nosotros hemos tenido, algo así, como diez constituciones. Frente a la robustez de la primera, la fragilidad de las nuestras. La primera surge del debate público, es una construcción racional; las nuestras surgen desde el sistema político, desde el poder y son artificiales, de hecho ésta última toma prestados, a modo de parches, trozos de otras constituciones extranjeras, lo cual explica lo artificial de la cosa y lo que tendrá que ver con la realidad social española.
Pero además, las constituciones dejaron de ser cartas de declaración de intenciones hace mas de un siglo, para pasar a ser textos de obligado cumplimiento jurídico. Y esto no se ve reflejado en nuestra CE, pues solo hay que echar un vistazo para ver que el mandato imperativo, pese a su prohibición, sigue vigente mediante la disciplina de partido por la que el diputado se convierte en un obediente autómata de las instrucciones del partido. Lo mismo ocurre con el art. 6 que hace referencia al funcionamiento interno democrático de los partidos, tampoco se cumple. No hablemos del derecho a la vivienda digna o al trabajo digno, pues mas bien son un deseo que una realidad.
Se impone recuperar a la sociedad civil para seguidamente recuperar la política porque la democracia está en franco descrédito. Nadie cree que la soberanía resida en el pueblo, sino mas bien en los partidos que son el centro del poder. La partitocracia cada vez mas se parece al sistema de partido único de la antigua URSS donde el partido sustituye al pueblo, el comité central al partido y el jefe al comité central. La dictadura del proletariado se convierte en la dictadura del partido, del comité central. Y ya solo falta que se instaure el culto a la personalidad del lider.
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En mi ciudad han abierto el UMIM, y eso me hace feliz. Pequeños avances que te hacen pensar que otras siglas son posibles.
en said:
No se bien qué quieren decir esas siglas…
en said:
UMIM- Unidad de Mediación Intrajudicial.
Una posibilidad para otro tipo de justicia, incluída la Penal, respirar otro aire dentro de los juzgados. Son pequeños cachitos de poder que se van adquiriendo, autorresponsabilidad. Si conseguimos que la cárcel sea un mal menor, que esté quién de verdad tenga que estar y no los delitos de bagatela… si conseguimos que se cierren cárceles como en Suecia por ejemplo, por falta de presos. Ahorrarle dinero a la Administración en pensión preso/día y controlar a los que de verdad roban, si conseguimos que lo importante sea la Restauración del daño… será bueno, no?..
en said:
… en Murcia. Es una forma de hacer justicia de igual a igual, dentro del proceso judicial con todas las garantías pero más libre, con más posibilidades de solución, o por lo menos, más humano y congruente. Se avanza poco a poco y humildemente.
en said:
http://www.mediacionmurcia.com/#!La-UMIM-Unidad-de-Mediación-Intrajudicial-de-Murcia-primera-experiencia-nacional-de-oficina-de-Mediación-integrada-en-el-organigrama-de-la-Administración-de-Justicia/c17ja/9038CFB9-D091-49CB-B767-2FE278564737
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Aqui quise decir Restitución del daño. (Es la dilexia)
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Después de leer tu emotiva carta, Mario. Recordé como, -por el Siglo XVII-, hubo un insigne autor español, llamado Francisco de Quevedo (1580-1645).
Este escritor vivió -también- y sufrió la infamia, padeció la carcel y contempló el declive de nuestra Patria. Dedicándole este acertado soneto:
“Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.
Salime al campo, ví que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día
Entré en mi casa, ví que amancillada
de anciana habitación era despojos;
mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.”
Al leerlo, con una cierta serenidad, parece como si se hubiese escrito hoy.
Quizás poco -o nada- hemos cambiado.
Quizás todo sigue igual.
Quizás… (debería hacernos pensar)
Hoy, igual que ayer, como siempre…
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Gracias por la poesía. La echaba de menos
en said:
“Algo habréis hecho mal vosotros” (De aquí se sale, 2011) Es decir, a ver si toda la culpa la vamos a tener sólo nosotros; aquéllos a los que nos habéis dejado como maldito legado toda esta porquería de tinglado, al que contribuisteis por activa, por pasiva o por perifrástica. 🙁 Un poco de autocrítica tampoco OS vendría nada mal. 😉
en said:
Ahora esa realidad que llevas años señalando, fermenta en la luz pública; ya es incuestionable. La duda es saber qué pasara si, como es de prever, se imponga la ignorancia voluntaria. ¿Qué pasará si nadie hace nada y seguimos viviendo la existencia sin ninguna trascendencia, si quiera la de aquellas personas que recibirán en un futuro el fruto de nuestras inacciones?
en said:
Educar, formar a la sociedad es la clave. Muchos se han formado en internet en estos últimos años. El invento de la imprenta revolucionó la cultura, permitió divulgarla. El siglo XXI cuenta también con un invento,Iinternet, que esta cambiando nuestra sociedad, mucho más de lo que inicialmente imaginamos. Para empezar tenemos que intentar salir de la filosofía “low cost” que todo lo impregna, en relación a la cultura y la educación, pero no podemos esperar a que los políticos lo hagan. Tenemos que hacerlo nosotros.
en said:
Estoy de acuerdo con lo que dices Esther. Añado, en ocasiones nos ofuscamos buscando soluciones macro, que dependen de los demás y olvidamos nuestro cachito. No cabe duda que todo lo que dice Mario es cierto, sobre todo si te manejas en esos parámetros y dependes directamente de ellos, todos dependemos, desde luego, pero a lo mejor no tanto como queremos creer… Mientras “hombre gigante” se ocupa de esto y seguimos atentamente sus pasos no vaya a ser que…., pequeñas hormigas vamos despejando el panorama más cercano… El oportunismo comercial, moverse en la gran red económica, social, política, judicial… nacional, internacional…Sí, pero a estas alturas, y en cuanto a Justicia, me manejo mejor con el Principio de oportunidad procesal que con el CGPJ, y creo que el resto de los españolitos también. Y nada de low cost, artesanía de la buena y a su precio… sin fluctuaciones.
en said:
¿Qué es el principio de oportunidad procesal y el CGPJ?
en said:
En investigación el Principio de oportunidad es la manera de introducir la Mediación (Justicia de todos)… El CGPJ es el órgano de gobierno de ese poder llamado judicial, Consejo General del Poder Judicial,(Justicia de unos pocos).
en said:
Gracias, lo de “Justicia para todos” versus “Justicia de unos pocos” lo aclara totalmente
en said:
Creo que muchas veces pecamos de ingenuos creyendo que son errores del poder lo que en realidad son maniobras perfectamente ejecutadas. Un ejemplo de ello son los nacionalismos, aunque hay muchos más…
También creo que muchas veces somos demasiado benévolos juzgando la integración de España en estructuras supranacionales.
Mientras que las críticas al poder en España están perfectamente argumentadas, las críticas a los poderes que desde fuera han tomado parte de la soberanía de este país (económica, militar… en los asuntos realmente importantes) están completamente ausentes del debate.
La aversión de las élites españolas en esa época (y en esta) hacia la idea de nación española (y hacía lo que formaba parte de esa nación, como la religión católica) debería ser analizada detenidamente.
¿Qué pensarían las élites aquellos años cuando Carrero Blanco fue asesinado poco después de su reunión con Kissinger?.
Un acontecimiento de ese tipo, al igual que el 11-M u otros semejantes, debe ser vivido de forma muy diferente por la mayoría de la población de un lado, y por las élites de otro lado, que tienen acceso a fuentes de información de calidad.
En general diría que hay tres formas de dominar a alguien (ya sea parte de la población, o de una élite dirigente):
-Mediante el miedo
-Mediante el interés
-Mediante los engaños
Para el primer grupo son más vulnerables los cobardes, para el segundo los egoístas y para el tercero los estúpidos.
E imagino que en aquella época habría mucho miedo entre las élites a seguir apegados a la idea de mantener la idea de nación española, y mucho interés económico en desapegarse de ella.
ETA (y quien ayudase a sus fines) dominaba mediante el miedo, el dinero fácil que venía del exterior mediante el interés, y los medios de comunicación mediante los engaños.
Diría que hemos vivido dos transiciones con rasgos similares, en cada una se ha perdida una buena tajada de soberanía económica y militar. Una vez con la entrada en la “democracia” y la posterior entrada en la OTAN, la segunda fue con la entrada en el euro… y la posterior guerra de Irak.
en said:
Me ha gustado tu reflexión. Por cierto, aprovecho para felicitarte por la comparación que hiciste en otro comentario entre partidos políticos y canales de tv.
en said:
Hola Mario,
Me gustaría que aportaras nuevas ideas a parte de las de tu libro “El sistema”….
Pienso que para salir definitivamente de este bache histórico hemos de proponer proyectos frescos y viables!
Espero que entré todos lo consigamos y que no se quede en meras reflexiones filosóficas de sobremesa.
saludos y abrazos a todos,
Juan varela
en said:
Buenas noches, la mezcla de educación y caja tonta ha sido la mezcla utilizada por el poder para absorbernos todas nuestras funciones críticas. Creo que estamos peor de lo que el común de los españoles piensa, no se me ocurre otra estrategia más que el hecho de que cada uno de nosotros en su círculo más cercano promueva la más feroz de las críticas posibles hacia el Sistema.
Un saludo.