Juan Armas, que, con independencia de amigo es un constante e impenitente colaborador en nuestra trayectoria desde el nacimiento del viejo blog, hombre extremadamente preocupado por el conocimiento de si mismo, lo que eleva a la categoría de militancia activa, no es sospechoso de partidismo alguno. Por ello, estas consideraciones que efectúa tienen un doble valor: el que corresponde a un análisis sereno y el que le proporciona su origen: un hombre al que le haría feliz poder decir que nos enfrentamos a un verdadero cambio, siempre —claro está≤— que ese cambio fuera en la dirección de una sociedad mas humana..
¿Podemos ser ciudadanos?
Juan Armas
El próximo domingo viviremos la mayor diferencia respecto a otras jornadas electorales en la historia democrática de España: la presencia de dos nuevos partidos políticos. Algunos consideran que “Podemos” es un conglomerado de la izquierda radical, mientras que “Ciudadanos” es una variante del Partido Popular. Otros críticos creen que ambas formaciones realmente constituyen un soplo de aire fresco en el panorama nada aromático de nuestro sistema democrático.
Lo que no resulta crítica sino hecho, es que tanto Podemos como Ciudadanos han tenido que adaptarse a la dinámica del Sistema, aplicando técnicas de las políticas modernas que en esencia son fórmulas propias de la Propaganda. Se cuida al partido como a una marca, se vende a su líder como a un producto y se hacen promesas puramente pragmáticas en función de los deseos que manifiesten la mayoría de los votantes.
Observando el planteamiento de Podemos y Ciudadanos no es de prever en este sentido un cambio de actitud en las próximas elecciones. Visto el panorama, con los slogans, los encuentros, los globos, los candidatos frikis, las visitas al mercado y las fiestas de cierre de campaña, es de prever que tras el domingo, como ha ocurrido hasta ahora, la sociedad vuelva el lunes a ocupar su tiempo en subsistir, a la espera de que el partido ganador lidere un cambio que posiblemente tardará en gestarse al menos cuatro años… Seguimos apostando nuestros derechos y nuestro destino a un líder salvador y a una marca política que conseguirá salvar lo insalvable: la deshumanización de las sociedades “modernas”. Insalvable, claro, si no se produce un cambio real desde las bases de la sociedad, desde sus propias raíces, que obligue al gobierno en cuestión a tomar en consideración el interés de su ciudadanía.
Almorzaba hace unos días con mi padre, nonagenario al que le ha tocado vivir la República, el Franquismo y la Democracia, y le preguntaba cuál era para él la mejor opción para sacar el país adelante. La respuesta, fruto de su experiencia, expresa lo que muchos también piensan: “Me da igual el sistema y las ideologías. Lo que hace falta es gente preparada que honestamente quiera arreglar esto”. La pregunta entonces es bien sencilla: ¿podemos ser ciudadanos que dirijan el futuro de su país sólo votando, o es necesario que también la ciudadanía se movilice por sí misma, fuera de cualquier planteamiento de ideología política, en aras de conseguir que su condición de Ser humano no siga decayendo en la sociedad de la que forma parte, hasta llegar a niveles de indignidad que rocen no ya la inhumanidad –en la que nos estamos asentando-, si no la pura barbarie (aun disfrazada de civilizada)?
El cambio no lo dan unas urnas mientras la ciudadanía no pueda escoger qué cambios votar. Hasta que esto no suceda, el ideal libertario del voto es un mero simbolismo de poder, si no un engaño validado.
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Pensar que el derecho a voto es limpio y claro no sujeto a cambios ni a manipulaciones por terceros, en un país con altos grados de corrupción a niveles económicos, políticos, jurídicos, etc … es si me lo permiten, ser un poco ingenuo. Me gustaría pensar que el derecho a voto que ejercemos muchos españoles no es manipulado ni esta “dirigido” como tantas y tantas cosas en este sistema. Es difícil para mi pensar que algo que emana de algo tan sucio, salga limpio e impoluto. Los ciudadanos debemos tomar las “riendas” de nuestro destino y deben de existir personas “honestas” (como bien dice Juan en su escrito) que puedan y quieran llevar a cabo una regeneración política de verdad. Personas con un alto grado de responsabilidad y grandes dotes de gestión. No hay cambio sin violencia. Todo cambio drástico genera una fricción violenta.
En las campañas políticas hay muchas mentiras, muchas palabras que no tienen ninguna consecuencia en su cumplimiento o no cumplimiento, son palabras para ganar unos votos, convencer, después llevar a la practica las promesas dichas, es otra cosa.
Espero y deseo que lo que venga después de estas votaciones, sea algo positivo para todo el conjunto de la sociedad.
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Buenos días, la Democracia tiene una ventaja sobre todas las demás formas de Gobierno, y es su posibilidad de alternancia cada relativamente poco tiempo. También decía Churchill, que no es santo de mi devoción aunque como todos los santos laicos a veces acierta, que la Democracia es la peor forma de gobierno si exceptuamos a todas las demás, y que la mejor manera de no creer en ella es entablar una charla de cinco minutos con el votante medio. ¿Podemos cambiar algo sólo con nuestro voto?, la respuesta es NO. Simplemente porque hoy prácticamente todas las opciones políticas propugnan básicamente lo mismo, al menos las que tienen alguna posibilidad de gobernar o de influir en distintos gobiernos. La creencia de que nuestro voto vale de algo es la mejor forma de engaño que se les ha ocurrido ha nuestros dirigentes, y sin embargo nosotros todavía no hemos encontrado una forma eficaz de luchar contra ellos. La mía es hacer pequeñas cosas en mi círculo más cercano, y en este caso, con la posibilidad de votar el domingo (yo ya lo he hecho por correo), deberíamos pensar en abrir nuestro abanico de opciones, no sólo hay cuatro partidos, pero si dos de los cuatro “grandes” lo tienen difícil, los demás…
Un saludo.
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El franquismo tendría muchos defectos. Pero al menos en ese sistema quienes tomaban las decisiones, acertada o erróneamente, debían preocuparse (por su propio bien) de que el sistema siguiera funcionando a largo plazo.
En la “democracia” NO.
En la democracia sólo te tienes que preocupar de que el país funcione durante 4 años y a veces ni eso.
¿Hay una forma más destructiva de gobernar un país que el cortoplacismo? Diría que el cortoplacismo como forma de gobernar está justo en el escalón anterior al estado fallido (que es un cortoplacismo absoluto, sálvese quien pueda, a expensas de todo).
Ha habido tanta riqueza y derroche en Occidente en las últimas décadas, que esta forma tan destructiva de gobernar apenas se ha notado, a nadie le importaba. ¿Qué más daba el despilfarro del AVE? Si había riqueza de sobra para lo demás.
En Occidente tenemos relativa libertad, en comparación a otros lugares del mundo, por tener un mercado más o menos libre y riqueza. No por votar cada 4 años, ni porque se pueda insultar a políticos en medios de comunicación.
en said:
Tanto Podemos como Ciudadanos se han instalado en las instituciones que tanto critican y eso es un síntoma de que renuncian a creer que el cambio puede y debe venir desde la sociedad, al margen de las instituciones. El enfoque institucional que hacen los partidos de la vida política los acomoda y los aleja de la sociedad. Hay política mas allá de las instituciones, de hecho es la verdadera política. Solo unos cuantos ciudadanos saliendo a la calle hicieron saltar las alarmas del sistema.
Tanto el 15M como la PAH han hecho que los políticos despierten de ese letargo institucional y piensen que hay vida fuera de sus escaños. Para toda la clase política la reacción ha llegado tarde. El algún caso como IU, le costará desaparecer por no haber seguido las de lo que debe ser un partido de izquierdas y haber enfocado su programa de forma institucional sin contar con la calle, excepto cuando la calle era dirigida por las organizaciones satélites de los partidos.
El que la calle fuera tomada el 15M por ciudadanos al margen de los partidos y sus satélites fue algo nuevo que se verá proyectado en la política institucional tarde o temprano, tal y como deseamos que se proyecte. No en forma de partidos adscritos al régimen como Podemos o Ciudadanos, sino en cambios rotundos y profundos del sistema. Esa es la diferencia entre lo que se pide desde los nuevos partidos emergentes que ya parecen haberse sumado al sistema y lo que realmente precisa esta sociedad que es una ruptura con el actual sistema donde se nos sigue condenando a la minoría de edad.
Para ello es imprescindible unos cambios básicos sin los cuales no se puede hablar de sociedad civil ni de democracia de calidad:
1) Sistema electoral: Que vincule a elector y candidato.
2) Representación política: Debe congregar a todos los sectores de la sociedad y no a un 80% de burócratas (como ahora) que solo representan al Estado, no a la sociedad. Somos votantes sin representantes.
3) Modelo de partidos: Que no asfixien a la sociedad, que sean el vinculo entre Estado y sociedad y cuya función se reduzca a proporcionar candidatos.
4) Fin del spoil system: Que se acabe de una vez con el reparto del botin por aquellos que ganan las elecciones y se reparten las instituciones entre los suyos fomentando el clientelismo político y descartando el mérito y la capacidad.
5) Elección de jueces y fiscales por el pueblo y real separación de poderes. No puede un poder judicial seguir subordinado al poder político. Como dijo Madison “Conforme al modo ordinario de ser de la naturaleza humana, un poder sobre la subsistencia de un hombre equivale a un poder sobre su voluntad”. Y eso es evidente que ocurre con la judicatura española.
en said:
Eso que tu pones en el punto 1 es lo primero. Estoy de acuerdo. Lo hará agua partido de nueva creación?…..
en said:
Efectivamente solo cuando contemos con políticos preparados en el ámbito intelectual y moral disfrutaremos de un cambio de Sistema.
Hoy los Partidos participantes en las elecciones del domingo, han preferido optar al poder antes que priorizar la dignidad política. Han preferido presentar candidaturas en cuantas mas circunscripciones mejor, sin importar la calidad intelectual y moral de las personas participantes en sus listas.
Pero, ¿por qué hacen eso?
Porque los ciudadanos los permitimos. Con nuestro voto del domingo a siglas sin importarnos la baja calidad humana en muchos casos de los candidatos votados, legitimamos el Sistema
Solo cuando como sociedad exijamos políticos capaces intelectual y moralmente hablando que sean reflejo de la sociedad intelectual y moral que logremos llegar a ser, condicionado nuestro voto a que esta premisa se cumpla, lograremos un futuro mejor para el Ser Humano, produciéndose así un cambio de Sistema en favor de todos.
Mientras que, aun siendo conscientes de que no contamos con políticos de calidad intelectual y moral, sigamos votando siglas, el Sistema continuará perpetuandose gracias a cada voto.
SI QUEREMOS QUE ALGO CAMBIE, COMENCEMOS POR CAMBIAR NOSOTROS MISMOS.
en said:
Los políticos no son más que la punta del iceberg que es España. Y si éstos no son nada agradables al olor…, imagínense cómo debe heder en la profundidad…
en said:
Hasta ahora no entendía a los políticos en su mayoría, ahora que los entiendo o mejor sería decir que los he reconocido, empiezo a no entender a las personas que dicen:
– Queremos un cambio porque es extremadamente necesario que se produzca para que cambie la situación de los ciudadanos.
– Todo aquel partido que se adscriba a las normas establecidas está entrando en el juego de lo ya existente y será más de lo mismo.
– Hay que movilizarse, salir a las calles, protestar…
– El 15M fue…
…
¡¿Qué es lo que realmente queremos o pretendemos!? No nos queda otra que aclararnos, ser sinceros con nosotros mismos y con los demás y de ahi, pasarlo a la práctica.
En mi pueblo, gane quien gane, querido Juan, será más de lo mismo.
Un saludo.
en said:
Bueno, al menos en Barcelona con Ada Colau, creo que no va a ser mas de lo mismo en referencia a la gestión de su ayuntamiento. Y aunque hoy no haya votado porque no quería que mi voto se interpretara en clave Independentismo/No Independentismo, estoy contenta del resultado, no me lo esperaba.
en said:
Totalmente de acuerdo con Esther, en Barcelona han apostado por el cambio y me parece genial.
Otro hito más para las tierras catalanas.
Ahora trabajo y ‘suerte’ con ese trabajo.
en said:
Saludos amigos,
Aquí la web para ver los resultados de las locales detalladamente http://resultadoslocales2015.interior.es
Mi primera conclusión es que, a pesar de todo lo dicho, los medios tradicionales (en especial la televisión) siguen teniendo un poder inmenso a la hora de crear y manipular corrientes de opinión.
Mucho internet, mucha red social… pero esas nuevas forman de comunicación sólo llegan a parte de la sociedad. Y aún a la parte que llega no logra persuadir de la misma forma que la televisión en los asuntos de importancia.
La confianza en a quien se vota parece que no se puede lograr con argumentos racionales ni con un buen programa de partido.
Se logra viendo al candidato hablar en directo en TV. Probablemente un partido político con Belén Esteban de líder arrasaría (en todos los sentidos) en este país.
Por otro lado me ha sorprendido la victoría de Ada Colau en Barcelona, la verdad, cuando veía las encuestas dándola por ganadora, pensaba que eran exageradas y falsas, para crearles una falsa sensación de victoría y que así suavizaran el mensaje como “Podemos” (y de esta forma “desactivarles”). Será interesante ver lo que ocurre allí como laboratorio.
En síntesis, en España no puede haber cambio político sin licencia de TDT primero.
en said:
“Gana el que más poder consigue”.
Entonces creo que ha ganado el PP.
¿Qué es más poder? ¿Ganar comunidades autónomas (y ciudades) o ganar las generales?.
Varias conclusiones.
1. Arriola tiene razón.
Ha ganado Cifuentes y ha perdido Aguirre.
A pesar de como le critican contínuamente periodistas y políticos, es su plan el que ha salido a la perfección.
Ha ganado su candidata, y ha perdido la oponente a sus planes.
Se han creado las condiciones para que el PP gane las próximas generales.
Si en Grecia tuvieran un Arriola seguramente nunca hubiera ganado Syriza.
2. La pérdida de Aguirre.
Se difundió su declaración de la renta días antes, y ha provocado el efecto deseado por quien la filtró.
Y esto lleva a conclusiones curiosas.
Su declaración de la renta NO decía que hubiera robado ni que se hubiera apropiado de nada ilícitamente.
Tan sólo mostraba que había ganado mucho dinero de forma completamente legal y eso ha sido penalizado con menos votos.
Lo cual me hace pensar, que lo que molesta realmente a la población cuando se critica la corrupción no es la corrupción en sí, es el hecho de ganar mucho dinero y la envidia. Que ese dinero se gane ilegalmente (como en los corruptos imputados) o de forma completamente legal (Aguirre) parece que no le importa en absoluto a los votantes.
Es decir, lo que molesta de la corrupción, es la envidia de los votantes de no poder beneficiarse de ella también.
3. Arriola no es tonto.
El PP no defiende valores porque no le hace falta.
Porque sabe que quienes votan al PP por “valores”, lo harán igualmente sin valores.
Alguien en contra del aborto… a quien va a votar si no vota PP?.
El PP no sigue esas ideas de sus militantes de base, porque no le beneficiaría. Decisión fría, malvada, pero acertada para ganar.
Hace meses me preocupaba que “Podemos” ganase las generales.
Ahora ya no.